jueves, 10 de febrero de 2011

Gamal 30/11/2010 – 03/12/2010










Este será por demás el post mas extenso que jamás haya publicado en mi blog. El tema lo amerita. Me era necesario poner toda esta experiencia por escrito, hacer esta catarsis, desahogar de alguna manera esta dolorosa experiencia y vaciarla . Aun así, sigo sintiendo que me hacen falta muchas cosas por decir, que el dolor aun no se traduce en palabras, por que las palabras aun por expresivas y detalladas que sean, jamás podrán plasmar el dolor que siente una madre al perder un hijo.

Uno de los recuerdos que se me repite en la memoria, es recordarme en la sala de ingreso de la clínica esa mañana del 30 de Noviembre. El recuerdo se repite mucho en mi cabeza pues revivo la sensación que sentía en aquel momento cuando me decía a mi misma “aguanta Johana, que a este dolor tan fuerte solo le queda un par de horas y lo que viene recompensara todo este doloroso momento”….que ironía pensar que por el contrario el dolor que me esperaba era mayor y perduraría por mucho mas tiempo que aquellas cortas horas de pre-parto.

Recuerdo esa mañana como si fuera ayer….el día amaneció tan hermoso, tan soleado, tan perfecto, que pensaba que no había un día mejor para que Gamal hubiese decidido llegar. Lo esperaba con tal desesperación que cualquier síntoma de parto seria recibido con pura emoción más que con miedo. La espera fue una espera compartida; todos mis amigos y allegados también se hicieron parte de la excitación de la espera. La panza era enorme, así que era entendible que yo estuviese completamente desesperada por que llegara el día de parir. Cada noche al acostarme pensaba “Quizás esta noche Gamal nos de la sorpresa”....

DIA 1

Eran las 6:40 AM del 30 de Noviembre cuando empecé a hacerme consciente de que tenía una sensación parecida a las esperadas contracciones. Deseaba tanto que llegara el momento que me quise convencer a mi misma de esperar un poco antes de hacerme ilusiones. Me quede en la cama, pero despierta; tratando de ver si volvía una sensación parecida y entonces me di cuenta que si, que efectivamente había un sensación que iba y venia. Me pare de la cama con deseos de ir al baño y fue cuando me di cuenta que había manchado…Me hizo tan feliz ver ese manchado!!! Pues supe que había llegado la hora de darle la bienvenida a mi chiquito, de verle su carita y estrecharlo finalmente entre mis brazos.

Mientras yo esperaba el parto en Santo Domingo, mi esposo llevaba varios días solo en Bávaro esperando que ya finalmente lo llamáramos para decirle que había llegado el momento, así que la alegría fue enorme cuando a las 7:45 AM lo llame para decirle: “Amor, hoy vamos a conocer a Gamal!”.

A pesar de mi desesperación por que llegara el momento, me bañé y me prepare con cierta calma, pues no quería llegar a la clínica con mucho tiempo previo, mas bien quería llegar cuando ya fuese prácticamente el momento de entrar a parir, pero tal como me habían dicho, los segundos partos son mas rápidos, así que pronto me di cuenta que tampoco había mucho tiempo que perder.

Mi hermana y yo llegamos a la clínica alrededor de las 9:45 AM y entre el momento de la revisión con la doctora y el momento del ingreso ya eran alrededor de las 10:30 AM, así que cuando me estaban haciendo los papeles de ingreso ya yo tenia cierta desesperación pues las contracciones avanzaban muy rápido. Le pedí a mi doctora que me llevara a la habitación pero que no me pusieran bata ni suero, pues quería tener la posibilidad de caminar con libertad. No pase mucho tiempo en la habitación cuando fue necesario comenzar a prepararme para llevarme a la sala de parto pues la labor de parto se desarrollaba muy rápido.

Ya en la sala de parto pedí que no me pusiesen mucha epidural pues la vez anterior con Ivana había perdido un poco la fuerza del pujo y no lo estaba haciendo muy bien, así que esta vez viví las contracciones al máximo.

Parir a Gamal fue dolorosísimo, fue intenso, fue trabajoso; tanto así que me dije “parir a Ivana no fue nada, esta vez si que se lo que es verdaderamente parir”. Recuerdo que mientras me llevaban de regreso a la habitación, mi esposo que había llegado mientras yo estaba en la sala de parto se acerco a la camilla para darme un beso y tan pronto como lo vi comencé a llorar y le dije entre lagrimas “dolió tanto amor…esta vez fue muy difícil”.

Gamal nació a las 12:30 PM, pesando 9 ¼ libras y tal como lo había pedido, lo pegaron de mi cara y de mi pecho tan pronto como nació.

Ya en la habitación, me llevaron el bebe alrededor de las 2:30 de la tarde, lo pegue a la teta y el se prendió como un campeón, como si lo hubiese hecho antes y fuera algo que supiera hacer de toda una vida. Si tan solo yo hubiese sabido que ese seria el único momento en que cargaría a mi hijo! Si tan solo me hubiese imaginado que esa seria la única ocasión en que lo amamantaría! Juro que lo hubiese dejado allí largo rato y aun cuando callera dormido, lo dejaría y lo disfrutaría viéndolo dormir en mis brazos.

Una vez dormido lo puse en su cunita, mientras me repetía a mi misma “Este si que es un ángel, será un santo comparado con Ivana”. Dormía tan apaciblemente, tan en calma, mientras yo juraba que este niño si que no me daría muchas malas noches.

Desde el inicio vi los labios del bebe un poco oscuros, pero como mi esposo es de color yo pensé que este si que seria el morenito de la familia y hasta bromeábamos con eso, ahora se que estas eran las primeras señales de que mi bebe empezaba a ponerse cianótico (morado).

Pasaron unas 3 horas y media. Ivana vino a conocer al bebe y la verdad no quiso acercarse, no quiso cargarlo ni estuvo muy amistosa, pero se animo mucho mas cuando encontró que debajo de la cuna había un regalo que Gamal había traido para ella. Mi esposo había salido a comprar unas cosas, así que cuando llego me pregunto si el bebe seguía durmiendo desde la primera vez que le di el seno o si ya había vuelto a comer, le dije que seguía dormido y ambos acordamos que aunque el estaba tranquilo seria bueno darle nuevamente de comer. Más o menos en ese mismo momento llego el pediatra mientras yo me disponía a amamantarlo. Me pregunto que cuantas veces lo había amamantado y le dije que desde la primera vez que me lo llevaron a la habitación ahora era cuando nos disponíamos a despertarlo.

ESE fue el momento que cambio nuestra tranquilidad, nuestra paz, nuestra alegría….Increíble pensar como en un segundo todo se vuelve contrariedad, angustia y preocupación….

El pediatra me vio ponerlo a la teta sin mucho éxito, pues el bebe estaba aletargado. Le quito entonces las mediecitas y sus pies estaban muy morados, su cuerpo en cierta manera también estaba muy morado. Golpeo las plantas de sus piececitos y su carita buscando que no estuviese tan letárgico, pero fue en vano…comencé a preocuparme, pero entonces el pediatra nos dijo que a un bebe que ha nacido tan grande no se le debe dejar tanto tiempo sin comer, que posiblemente todo se trataba de una hipoglucemia. Al tomarle la muestra de sangre efectivamente tenia la azúcar muy baja, así que decidieron que debían llevarlo a incubadora, observarlo y nivelar su azúcar. Yo comencé a llorar y las palabras de doctor fueron “no te preocupes, solo vamos a subir su azúcar y a tenerlo en observación, ya para las 8 de la mañana te lo volvemos a traer”…Ese fue el ultimo momento en que pude tener al bebe en brazos….todavía recuerdo la mezcla de sentimientos cuando se llevaron al bebe pues aunque estaba sumamente preocupada, pensaba en el feliz momento en que me lo traerían en la mañana y pasáramos “el susto”…pensaba en lo maravilloso que seria cuando a la mañana siguiente la enfermera tocara la puerta de habitación “donde esta la mama de este bebe que esta muerto de hambre”, o cualquier otra cosa parecida y ahí estaría yo nuevamente recibiéndolo en brazos…Eso nunca paso.

Esa noche a pesar de los puntos (por la episiotomía) no pude quedarme tranquila y aunque no se suponía que anduviese caminando, me fui hasta la 6ta planta donde tenían a mi bebe en incubadora…verlo allí me destrozo, ya no tenia yo paz, me echaba llorar frente a la incubadora, mi mente se sentía aturdida…no se suponía que yo estuviera allí, no era allí donde me imagine que estaría mi bebe a pocas horas de nacido. Pensaba y miraba todo como en un mal sueno.

Aunque para ese momento todo se trataba apenas de “un simple bajón de azúcar”, la angustia me mataba, yo no lo veía bien….lo veía respirar con dificultad e irse poniendo cada vez mas morado, sin embargo, todos los que estaban con nosotros en la clínica en ese momento trataban de calmar mi angustia dejándome saber que era solo “un bajón de azúcar” y que el bebe me lo llevarían en la mañana temprano.

Ya en mi habitación no logre dormir nada, pero una parte de mi guardaba la ilusión de pasaran rápido las horas de la madrugada para reencontrarme con mi bebe a la mañana temprano.

DIA 2

Yo me desperté y me bañé muy temprano, antes de que llegara la hora en que el bebe se suponía estaría de regreso, así que me fui nuevamente a la 6ta planta donde estaba el bebe para ver como había amanecido….una vez allí le pregunte a la enfermera que había estado en la guardia de la noche que como estaba mi bebe y su respuesta, lejos de aliviar mi preocupación, me dejo aun mas preocupada, ella dijo “el doctor va a hablar contigo”…si en mi quedaba algún ápice de tranquilidad, ese fue el momento en que desapareció completamente….automáticamente me llene de una gran angustia, de un gran temor y ya no era yo. Mi mente volaba tan rápido….pero para ese momento, lo peor que se me ocurrió pensar fue que quizás el bebe había nacido con diabetes y que el estaría condenado a las limitaciones propias de una persona diabética, pero jamás, jamás pensé que la situación era muchísimo peor de lo que yo hubiese podido imaginar ni en la peor de mis pesadillas.

El pediatra iba de un lado al otro y no nos decía nada, yo me moría por que alguien me dijera que estaba pasando y nos sacara de la angustia. Fue allí cuando supe que había un cardiólogo pediátrico que la clínica había mandado a buscar para realizarse estudios a mi hijo.

Para mi, el peor momento, el que no quisiera ningún padre tener que enfrentar es cuando te dicen “que pasen los padres que el doctor va a hablar con ellos”, automáticamente sabes que no es nada bueno, que habrán malas noticias, pero sobre todo que tu vida y la de tu hijo cambiaran después de esa conversación. Los pies, las manos y todo el cuerpo me temblaba mientras me dirigía al lugar donde hablaríamos con el doctor, me senté frente a el muerta de miedo y lloraba aun cuando ni siquiera sabía lo que tenia que decirme. Yo apretaba la mano de mi esposo con tanta fuerza y aun cuando intentas buscar toda tu fortaleza interior para usarla en ese momento, no hay nada, NADA que te prepare en la vida para escuchar que algo anda mal con tu hijo. La vida o mejor dicho, nuestra idealización de la vida, de lo que debe ser y lo que se debe esperar de la vida nos hace pensar que los problemas siempre tocaran la puerta del vecino, pero nunca la nuestra. Nuestro idealismo nos hace pensar así, nuestro egoísmo no hace pensar así. Yo no podía pensar en otra cosa mas sencilla que ir a parir y simplemente salir llena de felicidad con mi bebe en brazos, pero si, lamentablemente si….ahí estaba yo, no otro, no una persona a la que le toco y tu solo escuchaste la historia, no..era a mi y no a otra persona a la que le había tocado tan duro momento. Había una parte de mi que pensaba, por que mi egoísmo me hace pensar que esto podía pasarle a otra persona pero no a nosotros?

El diagnostico fue Cardiopatía Congénita Compleja. La explicación del medico fue detallada, quizás hasta fría, pues sin importar cuanto yo llorara frente a el, siempre recordare que como medico (inmune a las emociones) no fue capaz de ponerme una mano en el hombro y decirme alguna palabra alentadora, consoladora, humana (mas allá de las explicaciones técnicas medicas). Lo revivo ahora y me sigue doliendo que en mi condición de mujer convaleciente (por estar parida) y mas allá de mi condición de madre, no le produjera nada, emocionalmente, nada. Y encontrare (y mucha gente sabrá darme) mil explicaciones razonables de por que los médicos se insensibilizan, pero igual duele mucho que esa persona frente a ti no muestre el mas mínimo sentimiento de empatía. El doctor entonces procedió a explicarnos y dibujarnos como funciona normalmente un corazón y del otro lado nos explico y dibujo como se había formado el corazón de nuestro hijo y nos hablo de cuales eran las posibilidades del bebe, las futuras intervenciones quirúrgicas que necesitaría su corazón (en total unas 4) y nos hablo de que el primer paso para esas cirugías, era conseguir un medicamento que para colmo de males no se vendía en nuestro país y que solo se vendía en Puerto Rico, Estados Unidos y Canadá. Que angustia tan grande! Pensar que las posibilidades de mi hijo ahora dependían de un medicamento del que no teníamos idea de como conseguir (pues el medicamento no se vende a cualquier particular, sino mas bien de centro medico a centro medico). Había algo peor que recibir la noticia de la critica condición de mi hijo? Si, y era saber que sin importar todo el dinero que pudiésemos tener en nuestras manos en ese momento, no podríamos comprar el medicamento tan pronto como quisiéramos para comenzar a mejorar su vida. En pocas palabras, de repente me sentí como viviendo una horrible película, de esas en las que la vida de una de una persona es una carrera contra el tiempo o hay solo unas pocas horas para actuar o hay una bomba de tiempo con el marcador corriendo. Así nos sentíamos, desesperados, acorralados, sin salida… ahora las posibilidades de vida de mi hijo dependían de una carrera contra el reloj….

Era ya alrededor del mediodía, mi familia y amigos de repente convertimos la habitación en algo parecido a un call center, llamábamos a todo el que se nos ocurriera, a todo el que trabajara o conociera a alguien en la industria farmacéutica, en hospitales, etc.… aquello era una locura y una total desesperación, mas aun cuando la primera y única condición para que mi hijo pudiera ser recibido en condición de trasladado en el centro donde verdaderamente se tratan las condiciones del corazón como la de mi hijo era precisamente que tuviéramos la primera ampolla de este medicamento, pues sin ella no había nada que se pudiera hacer.

Básicamente lo que haría el medicamento era mantener abierto un pequeño orificio que los bebes recién nacidos sellan inmediatamente comienzan a respirar con sus propios pulmones y a vivir con su propio corazón y que en Gamal milagrosamente aun no se había sellado completamente lo que nos daba un margen de tiempo para encontrar el medicamento que mantendría ese orificio abierto por espacio de tiempo extra hasta el momento en que se le realizara rápidamente la primera intervención.

Milagrosamente logramos contactar con una doctora en Santiago que tenia dos ampollas y que estaba dispuesta no solo a vendérnosla, sino a regalarlas. Estábamos tan agradecidos!! Recuerdo que mi mama , mis dos hermanas y yo nos tiramos al piso de rodillas a dar gracias a Dios. Coincidencialmente mi padrino estaba en Santiago esa mañana así que el aunque ya venia de regreso camino a la capital, se ofreció a regresarse para buscarlas. Lo esperábamos con tanta desesperación que lo llamábamos cada 20 minutos para saber si ya se había contactado con la doctora, por donde venia, el tiempo que le faltaba para llegar. Insisto, aquello era realmente desesperante ver que la vida de tu hijo es una carrera contra el tiempo y sentir la impotencia de que no hay nada mas que tu puedas hacer.

Finalmente con la promesa de que el medicamento ya estaba en camino logramos hacer los arreglos para que el otro centro medico nos recibiera. Era ya la hora pico de la tarde, así que el trafico estaba insoportable para cuando la ambulancia debía llegar. Increíblemente la ambulancia no lograba llegar a donde estábamos y cada segundo, cada minuto contaba.

Ya para ese momento muchos de mis hermanos de comunidad y amigos se habían enterado de la difícil situación que estábamos viviendo y había un ejercito de gente buscando la manera de ayudarnos, de conseguir el medicamento, de estar con nosotros, de orar, de contactar doctores...Cuando llego la ambulancia, justamente llegaron mis hermanos de comunidad Héctor Iván y Yemnisse, así que a Yemnisse le toco la tarea de acompañarme en la ambulancia. Ya en la ambulancia, de camino a CEDIMAT, hicimos una oración de poder, un clamor que brotaba desde lo mas profundo de nuestros corazones para el único que tenia la palabra final: DIOS. Yo oraba imponiendo las manos sobre mi hijo a través de la incubadora y deseaba pensar que ese era solo un momento de prueba, pero que después el desenlace seria distinto. Nunca olvidare como Dios tocaba el corazón de la asistente de la ambulancia mientras orábamos, pues la vimos llorar con gran sentimiento.

Llegamos a CEDIMAT alrededor de las 8:00 PM y al llegar ya nos esperaban muchos de nuestros hermanos de comunidad en la sala de espera para acompañarnos. De igual manera, el Dr. Iván Pena a quien habíamos contactado desde el otro centro medico, también nos estaba esperando para recibir al bebe.

Después de las primeras horas de evaluación, lo que tenían que decirnos los médicos no era tan alentador pues lamentablemente ya el bebe llevaba sus unas 36 horas de nacido sin todas las condiciones necesarias e ideales para prepararlo para su primera cirugía. Ellos nos explicaron que la condición de Gamal era muy compleja y critica, que existían diversas formas de cardiopatías, pero que lamentablemente la del bebe era muy complicada no solo para ellos, sino aun hasta para el mas experimentado equipo medico del área de cardiología pediátrica en USA. A pesar de todo este desalentador pronostico, Gamal seria sometido a su primera intervención (un cateterismo) a la mañana siguiente.

Esa noche al llegar la hora de marcharme a la casa (pues por mi convalecencia mi esposo seria quien se quedaría a dormir en la sala de espera) me permitieron ver al bebe antes de irme y por primera vez lo vi con mejor aspecto y color (ya no tan morado) y esto me hizo irme un poquito mas tranquila y esperanzada dentro de lo que la situación permitía.

Esa noche al volver a la casa de mi hermana llore tanto….había salido de allí la mañana del día anterior llena de ilusiones, de alegría…con la sencilla idea de que al volver a la casa volvería con mi bebe en brazos y todo seria alegría entre la familia, sin embargo, esa noche regresaba cargada de incertidumbre, de preocupaciones, de dolor. Regresaba sola y mi bebe se había quedado en esa sala de cuidados intensivos. Mi mente revivía el momento en que baje las escaleras con el bulto del bebe en manos lista para irme a parirlo, a encontrarme con el….lista para ponerle las ropitas que llevaba en ese bulto. Me había ido de día, una mañana hermosa que yo entendía era un día perfecto para ver nacer a Gamal y había regresado dos noches después, cargada de igual oscuridad mental que la oscuridad de esa noche. Me sentía como si en el mundo no había en ese momento una persona con un problema mayor que el mío…y aunque se que no es verdad, así me sentía yo, como si no había en esa noche quien estuviera cargando cruz mas pesada.

DIA 3

Al despertar en la mañana, el primer pensamiento fue de negación; mi mente se negaba a aceptar que de verdad me estaba tocando vivir esto. Uno sencillamente tiene una sensación de estar en un mal sueño del que va a despertar en algún momento.

Mi hermana y yo llegamos a la clínica a las 8:30 AM. Al llegar, mi esposo nos dijo que la doctora estaba dentro y que había llegado muy temprano. Estuvimos esperando que salieran los doctores para ver como iban los arreglos de la primera intervención (cateterismo) que seria a primera hora de la mañana. Lamentablemente las noticias siguieron empeorando y fue cuando nos dijeron que el bebe se había descompensado esa mañana. Sus signos vitales, sus niveles de oxigeno, su fuerza habían decaído justo una hora antes de hacer los arreglos para la intervención; de esta manera el bebe se puso en un estado aun mas critico en el que no resistiría el procedimiento. El doctor nos dijo entonces que el bebe no estaba bien y que su corazón estaba muy cansado.

Durante todo el tiempo que estuvimos en CEDIMAT estuvimos orando mucho, toda la sala de espera estuvo siempre llena de mis hermanos de comunidad y amigos, hubo quienes hasta faltaron a sus trabajos para poder estar ahí con nosotros.

Alrededor del mediodía la doctora salió para hablar nuevamente con nosotros, indico que en vista de que el bebe seguía descompensándose seria necesario hacerle una intervención salvífica, ya no el cateterismo que ideal e inicialmente estaba planeado para la mañana, pero si una intervención en la misma sala de cuidados intensivos (por que el bebe no resistiría ni siquiera ser llevado al lugar donde se le realizaría el cateterismo) como recurso para seguir luchando por la vida del bebe. Al salir, la doctora nos informo que la intervención salvífica había sido exitosa y comenzamos todos a orar y agradecer a Dios por ello. Lamentablemente la doctora también nos informo que en vista de que el cateterismo no pudo realizarse en el tiempo en que estaba planeado, se necesitarían mas ampollas del medicamento que inicialmente nos costo tanto trabajo localizar.

Volvimos nuevamente a convertirnos en un “centro de llamadas”, todos los que estábamos allí pensábamos y pensábamos a quien o donde mas podíamos llamar para conseguir el medicamento nuevamente. Inmediatamente se apodero de nosotros el sentimiento de impotencia, de acorralamiento, de no saber que hacer para conseguirlo por el que ya habíamos pasado.

Después de mil llamadas y de la confusión del momento, recordé a Sammy, un amigo y hermano de comunidad que vive en Puerto Rico y quien tiene la mayor generosidad vista en un ser humano y quien tan pronto le hablamos de la situación dejo lo que estaba haciendo para salir a recorrer cada centro medico pediátrico de San Juan, Puerto Rico y al encontrar el medicamento estuvo dispuesto a tomar el primer avión para venir a traerlo. Su vuelo llegaba entonces a las 6:30 PM. Nuevamente la locura de esperarlo con desesperación, de inquietarnos por saber si ya llego al aeropuerto, si lo fueron a recoger, por donde venían en trafico de la hora pico, cuanto les faltaba para llegar….

A veces pienso que una parte bien difícil de lo que atravesamos con el bebe fue no solo enterarnos de su condición medica y toda la preocupación que de por si ya esto generaba, sino vivir esa montana rusa emocional en la que estuvimos con los arreglos de conseguir las primeras dosis del medicamento, conseguir los arreglos para la ambulancia y el traslado, conseguir las segundas dosis del medicamento, la angustia de estar contra el reloj, de estar acorralados….entre el nacimiento de Gamal y su partida fueron pasaron apenas 4 días, pero fueron los mas intensos de mi vida; emocional, física, mental y espiritualmente muy intensos, extenuantes.

Habíamos tomado la decisión de bautizar a Gamal ese mismo día, así que hicimos los arreglos con el sacerdote para que tan pronto como saliéramos de la confusión del momento (por la presión de tener que localizar el medicamento) pudiéramos con un poco mas de tranquilidad y paz, bautizarlo.. y así lo hicimos. Mi hermano de comunidad Leo y mi hermana Rosanna fueron los padrinos.

La tarde continuo sin ningún progreso en la salud del bebe y por el contrario, esa noche me fui a la casa totalmente devastada, sabia que lamentablemente el bebe estaba cada vez peor. Verlo así en esa cama con tantos cables pegados a su cuerpo me afectaba muchísimo. Su cuerpo empezó a hincharse por q que estaba reteniendo líquidos y estaba cada vez mas cianótico (morado). Cada vez que entraba a verlo no aguantaba el durar mucho allí y salía llorando mas desesperanzada a pesar de que los doctores me decían “el bebe esta sedado, el no esta sufriendo, esta tranquilo, esta en paz” …mi corazón sufría mucho al verlo así y no podía evitar el pensar que quizás si estaba sufriendo.

Al parecer en algún momento mi mente comenzó a aceptar lo que seria inminente: la perdida de mi hijo, así que le pedí a Dios que no dejara a Gamal entre nosotros solo por mi egoísmo de madre que me hacia querer retenerlo, ni por evitarme el sufrimiento de madre, sino que lo dejara con nosotros solo si Gamal tendría una vida con salud, una vida plena y abundante. Comencé a decirle “Señor, que se cumpla tu voluntad”.

DIA 4

Era ya el viernes 03 de Diciembre, me costo pararme de la cama esa mañana. Todo el agotamiento físico, mental y emocional comenzaba a hacer estragos en mi cuerpo. No se trataba solo de todo el dolor que atravesaba emocionalmente por esta situación, sino todo el agotamiento al que estaba sometiendo mi cuerpo a pesar de estar recién parida, sin descansar bien, sin reposar los puntos de la episiotomía, sin dormir bien, sin comer bien….

Y era todo ese proceso doloroso que atravesaba mi cuerpo una de las cosas que mas me dolían emocionalmente. Para toda mujer, el dolor de las contracciones, del parto, de los puntos, de la bajada de la leche; solo pueden ser comprendidas y asumidas por la recompensa que traen. Ver la cara de tu bebe es toda la medicina que se necesita para encontrarle sentido a todas estas dolencias, para aceptarlas voluntaria y amorosamente, para ver todas estas transformaciones en el cuerpo y que no sean importantes. Pero cuando se atraviesa el dolor de un parto y al parecer no hay recompensa, el dolor parecería triplicarse. El cuerpo parecería sentir aun mas los achaques. Al parecer es totalmente contra su naturaleza vivir completamente las transformaciones, pesares y dolencias de un embarazo y mas aun de un parto y quedarse después de todo esto con las manos vacías. De repente no hay aliciente, no hay bálsamo para las heridas. Recuerdo que por esta misma razón le decía llorando a mi esposo “Y pensar que este fue el hijo que mas me costo parir”. Yo no entendía que fuera posible que después de parirlo así no fuera a tener la recompensa de tenerlo conmigo.

Mi hermana y yo llegamos al hospital alrededor de las 9:00 AM y relevamos a mi esposo quien aprovecho para ir a la casa a darse un baño y desayunar. Al poco rato de estar allí la doctora mando a llamar “al papa del bebe”, pues a pesar de yo estar presente ya se me veía el desgaste físico y me parece que por mi condición de recién parida la doctora no quería seguir dándome malas noticias a mi. Necesariamente igual tuvo que tener la conversación conmigo y permitieron que entraran a acompañarme mi hermana y mi mama.

La doctora fue muy humana y comprensiva al explicarme la situación de mi bebe. Lamentablemente el bebe estaba muy mal, su condición era critica y había entrado en un estado de salud en el que ya habían colapsado sus riñones, lo cual según sus palabras “hacían el cuadro clínico del bebe incompatible con la vida y solo restaba acompañar al bebe ofreciéndole paz y nuestro amor de padres”.

Cuando ya había regresado mi esposo, nos preparamos para entrar en la unidad de cuidados intensivos para ver el bebe esa mañana y realmente nos llevamos una impresión muy dolorosa. Mi bebe estaba tan hinchado por el colapso de sus riñones que ya no se parecía mucho a el. La hinchazón era tal que su piel estaba sumamente estirada como cuando una persona sufre una muerte ahogado. Me dolía tanto, pero tanto verlo así! Yo quería quitarle todos esos cables y esos tubos y cargarlo, abrazarlo y besarlo….la verdad me era insoportable estar allí frente a el y verlo así, por lo que no paso mucho tiempo cuando decidimos salir.

Siempre recordare con profundo agradecimiento al Dr. Iván Peña. Siempre guardare un recuerdo grato de cómo ese doctor nos brindo no solo sus conocimientos, su entrega y compromiso para mejorar la salud del bebe, sino su corazón tan grande, su apoyo tan humano, su forma de decir las cosas, su manera dulce aun para dar malas noticias, su capacidad de ponerse en nuestro lugar y verle visiblemente conmovido por la situación de mi hijo y por lo que nosotros estábamos viviendo como padres, el verle conmovido por mi dolor de madre al pararme al lado de esa cama. Sigo deseando volver a ese hospital solo para volver a abrazarlo y reconocerle sus increíbles cualidades. Aun así las fuerzas para volver me siguen faltando.

Para el momento en que decidimos salir el doctor Iván nos retuvo en la puerta y nos dijo “Yo se que es muy doloroso para ustedes como padres ver a su hijo así, pero yo les diría que no salgan de la habitación solo por que el dolor los supere. Ahora mismo su hijo es como una plantita que poco a poco se marchita, se consume. El corazón de su hijito esta muy cansado, muy agotado. Aun así el sabe cuando ustedes están ahí, al lado de el y en este momento es lo único que tenemos seguro que el necesita. Atravesar este proceso acompañado. Brindarle paz y amor; y es obvio que este bebito es un bebe muy amado, así que bríndenle todo ese amor que tienen guardado aunque sea solo estando a su lado”

No es necesario decir que muy a pesar del sufrimiento que era para nuestro corazón verlo así, ese día pasamos mucho tiempo con el bebe; acariciando su cabecita, llorando (si, mucho) y besándolo tanto como todo esos cables nos permitían. Era obvio que ese día poco a poco nos íbamos despidiendo de nuestro hijo, nos íbamos despidiendo de la alegría de saber que tendríamos un varón, nos íbamos despidiendo de la ilusión de saber que seriamos cuatro, nos despedíamos de la ilusión que teníamos para esas futuras navidades.

Cada vez que entrabamos a la habitación sus signos vitales decaían a un numero menor y seguíamos afuera esperando lo que inevitablemente ya sabíamos que pasaría y que aun así, aun cuando sabes que sucederá, el corazón de una madre jamás se prepara para aceptarlo.

Eran las 9:00 PM, aun no habían hecho que se retiraran las visitas del hospital, cosa por la que estoy completamente agradecida con Dios pues no puedo y no quiero ni siquiera imaginarme lo que hubiese sido tener que vivir ese momento, esa noche estando nosotros solos. Esa noche estuvieron allí con nosotros todos mis hermanos de comunidad acompañándonos hasta el ultimo momento.

La doctora a cargo del turno de la noche salió, pidió que entraran la madre y el padre e inmediatamente fuimos a la habitación sabiendo lo que esta llamada significaba. Al entrar ya los signos vitales en el monitor estaban bajando rápidamente y mientras estuvimos allí decayeron completamente hasta cero. Vimos apagar uno a uno los aparatos que mantenían a mi hijo con vida y entonces, lo declararon muerto. Lloramos mucho, MUCHO. Pero definitivamente lloraba con cierta aceptación de la partida de mi hijo gracias a las palabras del Dr. Iván y a todas las veces en que poco a poco me fui despidiendo de mi hijo ese día cada vez que entre a estar con el. Lo fui soltando, lo fui entregando en las manos del padre, fui aceptando su voluntad.

A los pocos minutos permitieron a mi hermana y mi hermano entrar a la sala de cuidados intensivos y entonces vi a mi hermana llorar tanto por mi hijo como si fuera suyo, lloraba con desesperación, entonces me toco a mi ser quien la consolara a ella y le pidiera que aceptara la voluntad de Dios.

Las enfermeras también lloraban, era increíble ver como ese equipo medico del Dr. Iván era tan humano como el.

Salí a la sala de espera para informar y estar con mis amigos. Todos llorábamos. Todos habían estado ahí desde el primer momento.

La enfermera volvió a salir y me pregunto que ropita le pondríamos. Yo preferí volver a entrar para cambiar yo misma a mi hijo. Le puse un enterizo azul de mangas largas. Fue la segunda y ultima ropita que llego a usarse de todo lo que compre para el. Después de ponerle la ropa pregunte si podía cargarlo y me dijeron que si. Cargue a mi hijo sin vida y lo abrace con tanta fuerza….lo abrace con el alma, lo abrace besando su cabecita, tratando de olerlo pues me quede con las ganas, lo abrace meciéndolo suavemente como quien lo arrulla para que se quede dormido, lo abrace con el deseo de dejarle todos los abrazos que jamás podría darle, lo abrace repitiendo en un susurro “mi chiquito,… mi chiquito”.

Y no importa cuantas veces escriba sobre esto para vaciar el dolor, el dolor se remueve con igual intensidad, y al escribir sobre ello casi siento que lo estoy volviendo a abrazar ahora mismo….

La mayoría de mis amigos, por no decir prácticamente todos, se quedaron sin conocer a Gamal. Inicialmente por que estaba en una unidad de cuidados intensivos a las que solo podíamos pasar los padres. Sin embargo, una vez declarado muerto le dije a hermana “Quisiera que el féretro sea comprado sin cristal, pues no quiero que vean a mi hijo así…tan hinchadito, tan diferente, tan mal… no quiero que nadie lo recuerde de esta manera”.

Eran ya las 10:30 PM, así que se acordó que nos entregarían el cuerpo del bebe en la mañana siguiente. De igual manera acordamos con mis hermanos de comunidad y amigos que se encontraban allí para reencontrarnos al otro día en la mañana para ir al cementerio juntos. Fue increíble ver como habían tantas personas queridas acompañándonos en esa mañana. Muchos de estos hermanos y amigos tenia tiempo sin verlos pues al vivir en Bávaro se hace muy difícil, sin embargo, esa mañana me recordaron que seguimos igual de unidos, y esa unión no tiene nada que ver con poder vernos a menudo.

Gamal fue enterrado alrededor del mediodía. Aunque parezca increíble decirlo era una mañana hermosa….soleada, con el cielo despejado e intensamente azul. Durante el trayecto de regreso a la casa por un momento pensé que era tonto de mi parte que en medio de esta situación mi mente tuviera el chance para notar que el día estaba hermoso, así que me recrimine interiormente el hecho de que mi mente haya podido pensar en la hermosura de ese cielo y de ese día soleado mientras yo enterraba a mi hijo. Luego para mis adentros pensé “No es un día hermoso para enterrar a mi hijo, es mas bien un día hermoso en el que mi hijo se ha convertido en ángel. Es un día hermoso en el que Dios lo recibe en el coro de los serafines. Es un cielo hermoso como vestido de fiesta para darle la bienvenida”.

29 comentarios:

NuBadi dijo...

Joha, el otro día que hablamos lloré.

Hoy tengo 10 minutos llorando, sintiéndote, acompañándote, solo decirte que te admiro tanto, que sos tan valienta.

De ninguna manera puedo imaginar remotamente cuanto dolor pueden haber vivido, solo decirte que no hay día en que no te piense, no te sienta... vos entendés

Te quiero bella, y a ese angelito que desde el cielo te mira y sonríe

Karina Ibarra dijo...

Querida Johana,

Sin duda en mi papel de madre no puedo entender hasta dónde llega tu dolor. Te diría que te comprendo, pero es mentira... Esto no tendría que pasarle a nadie, menos a un angelito como Gamal, pero ha pasado, y aunque el dolor sea grandisimo todos los que han pasado por este trago tan amargro dicen que pasará... y que llegarán nuevas ilusiones, y volverá la vida, y volverás a sonreir, y tienes a una preciosa hija que te necesita y a un marido que esta sufriendo igual que tú!!

Adelante Johana, adelante que la vida continua. Adelante que Gamal te está viendo, está velando por vosotros y estoy segura que esta deseando ver de nuevo una sonrisa en tu cara.

Cuánto lo siento. Ojalá hubiera medicina para curar el dolor del corazón.

Un abrazo enorme.
Mi más sentido pésame.

Carolina dijo...

No tengo palabras amiga, te admiro mucho mucho.

Unknown dijo...

Yo no te conozco sino hasta ahora, gracias a otras mamas bloggeras. Me siento mal de estar aca leyendo esto, me siento como si fuera una vieja chismosa, me siento inoportuna y abusiva, pero no puedo irme de aca sin decir nada.
Igual no se me ocurre nada para decirte, cualquier cosa que yo te pueda decir seria minuscula y absolutamente inutil para intentar calmar un dolor asi.
Mientras escribo esto lloro a todo pulmon y me pregunto como alguien puede ser tan fuerte! Eres una mujer, una madre supremamemte valiente, te admiro mucho.
Lamento profundamente todo esto, deseo de corazon que algun dia el tiempo cure tu dolor, yo se que Gamal este donde este, esta a tu lado cuidandote y dandote la fuerza que necesitas para seguir viviendo.
No se que mas decir... de verdad, me siento ridicula... que puedo decir yo si soy la mas completa desconocida.
En todo caso, desde la distancia te envio muchos abrazos llenos y cargados de fortaleza, para que puedas calmar tu dolor poco a poco.
Tu hija y tu esposo son una razon maravillosa para seguir creyendo que la vida volvera a sonreirte, de hecho estoy segura que no ha pasado un solo dia desde aquel doloroso momento en que tu niña no te haga sonreir.
Un abrazo grande y MUY MUY fuerte.
Françoise

Jessica dijo...

Cuando hablamos te dije todo, solo quiero que sepas que Gamal hizo mucho más que todo esto, hizo que de la distancia aparecieran corazones, brazos, pensamientos, fuerzas para sostenerlos.

Que Dios bendiga tu vida y que sus promesas se cumplan en ti.

Te quiero mucho y te admiro más.

London dijo...

Johana cariño, lo siento tantísimo. Creo que ninguna se puede imaginar ni la mitad de lo que debe doler perder a un hijo. LLevo dos horas llorando, no sólo por la pérdida de Gamal sino pensando también el dolor que ha tenido que dejar en vosotros.

Te admiro mucho por tu fortaleza, por tu valentía y por se capaz de seguir hacia adelante. Es un dolor que nunca se curará pero que deberás aprender a vivir con él con el cariño de todos los que te rodean y los que te apreciamos. Sin duda tu linda muñeca será el motor que mas fuerza te de para seguir.

Escríbelo, háblalo, llora, desahogate, todo lo que necesites para sacarlo todo fuera y que te puedas y podamos ayudarte.

Te dejo muchos besos y muchísima fuerza y apoyo para que pases el trance.

Laia

Carolina dijo...

Paso de nuevo, creo que ya estoy con la capacidad de comentar, si es duro para mi leerlo no quiero ni imaginar lo que fue para vos escribirlo, lo que es para vos recordar cada momento, ver pasar las imagenes en tu cabeza, TE ADMIRO MUCHO JOHA, de corazon de lo digo, se que Dios tiene un plan para todo, y pronto llegaran a vos las respuestas, se que vendran cosas maravillosas para vos y para tu familia.
Te quiero mucho y aunque no puedo sentir tu dolor, lo entiendo y comparto.

Niulka Moquete dijo...

Johana, amiga, desde que nos enteramos de lo que sucedía, todos te acompañamos a ti y a tu familia en su dolor. Entraba a tu blog para ver si escribías otra vez y me alegro mucho que lo hagas. Te quiero mucho. Y sí, te admiro por ser la mujer valiente. Tal vez Gamal tuvo una estadía tan corta porque es un alma tan elevada que no requería residir mucho tiempo en la tierra para purificarse. Y al contrario nos enseñó tanto.
Mucho amor para ti y los tuyos.
Con profundo cariño,
Niulka.

Xochitl dijo...

Joha
que puedo decirte que te consuele si en este mismo momento no paro de llorar y no tengo consuelo. Lo que viviste fue demasiado fuerte, demasiado duro ... admiro tu fortaleza y valentía con que enfrentaste este dolor que te tocó vivir. Se que Dios con su infinita misericordia no te abandona, que cuando sientas un poco de paz es El quien te arrulla en sus brazos para que tu dolor aminore... Y no hay duda, Dios eligió un día perfecto para la llegada de Gael así como para llevarlo con El. Un abrazo, un abrazo enorme ...

Nadia dijo...

Johana, lamento infinitamente el momento tan doloroso que están pasando. Como dicen las personas sabias, el tiempo será el que cure la herida y haga brillar los instantes de felicidad que tuviste con tu bebé. Espero que tengas muchos brazos para abrazarte y oídos para escucharte.... y como dices vaciar esta experiencia dolorosa y dejar espacio para el amor que siempre vas a tener por Gamal.

Un abrazo solidario.

Anónimo dijo...

He llorado tanto tanto al leer esto que no tienes idea. Para mi no hay nadazmas bello que ser MADRE y hay que ser para poder sentir. Que pena , pero debes estar segura que el los sentia muy cerca de el aun el enfermito . El sabe que batallaron hasta el final y que no se rindieron y que sus entregas y formas de carinos y de mucho amor aunque el dolor los embargara estaban alli alli muy cerca de el. El te va agradecera todas las muestras de carino y si el se convirtio en tu angel , ustedes a concecuencia serian los angeles de el los que nunca los dejaron solos , los que lo besaban, le tocaban sus manitos, su carita sin importarle su condicion o su partida difinitiva de este mundo . Te considero yo tengo dos ninas y soy una madre muy entregada sOy madre por vocacion porque ser madre es el mejor de los regalos porque no hay nada material que se compare con ese sentimiento , porque ser MADRE es un don , yo vivo agradecida ser mujer tan solo por experimentar esa sensacion ese sentimiento tan profundo de cargar por 9 meses a una criatura, alimentarlo a travez de uno, soportar esos dolores de treaerlos al mundo , dolores que son segundos porque nada mas que pares se desaparecen , y cuando ves esa cosita arriba de ti , tan inocente, tan inofensiva de la vida , tan chiquitica , tan chiquitica y el amOr y carino que puedes sentir es tan grande que nada lo rebaza en este mundo , el amor de un hijo no es comparable, uno se casa y sedivorcia y mas tarde vuelve y se enamOra pero el amor de un hijo nunca se acaba , nunca se deteriora , nunca cae en monotonia, nunca hay que regarlo para que no se marchite es amor unico no importa como pero siempre esta ahi ... Yo digo que cuando uno tiene hijos es como enamorarse de nuevo pero con una condicion enamorarse de amor unico , de amor leal de un amOr para toda la vida ... Que dios te siga bendiciendo y acepta la vida asi de comPleja es como un viaje por ella unos siguen y otros se quedan . Y es verdad hay veces que los medicos son muy frios en la comunicacion y en la expresividad verbal y no cuesta nada poner una mano al hombro o apretar una mano ni decir Lo siento , esas palabras de aliento son muy necesarias en momentos duros no para que se apiaden de uno sino para seguir sacando fuerzas ...A mi me han operado mi nina chiquita tres veces de los oidos y siempre voy hasta el salon de operaciones con ella hasta que la duermen y le ponen la anestecia ya cuando esta dormidita te sacan , las tres veces he virado ahogada en llanto, pero siempre he tenido a mi lado enfermeras que sienten ese sentimiento y las palabras que necesitas escuchar en ese momento me la han dicho Mama Todo va a estar bien y esas palabras te llegan muy profundo aunque no se crea . Nunca pense que ser Madre fuera una entrega total una entrega inmensa la cual dependiera de ti en cantidades . El donde quiera que este esta con ustedes el espero que todos estuvieran ahi para irse , el los ama y sobre todo a ti por tu fuerza infinita encima del cansancio del parto , de la eposiotomia de todO,. Por eso hay valorar los sentimientos y dejar invisible las cosas materiales el dolor nunca se va esta ahi.

LOCURAS dijo...

Joha!! amiga!! que dolor tan grande, no tengo palabras, es tan dificil decir algo en este momento, no dejo de llorar, es tan dificil, solo deseo que Dios te de las fuerzas necesarias para seguir...tan lindo, tan chiquito!!...
Amiga! te mando un abrazote gigante!!
El seguro esta super orgulloso de su linda Mamá!...
Fuerzas amiga porque hay otro solcito que te esta mirando todo el tiempo!!!

Anónimo dijo...

Johana... no tengo palabras. Sólo un amor y una admiración infinitas por tu fortaleza y tu gran y buen corazón. Gamal tiene a los mejores padres del mundo. Estoy segura de que aunque ahora no puedas verlo, está presente al lado de ustedes, y es, como todos los hijos, una gran bendición. Tu chiquito es un ángel que está en el cielo y que vive, como lo hizo desde antes de nacer y de ser concebido, en sus corazones.
Te acompaño desde la distancia con mis oraciones y mi comprensión. No puedo imaginarme el dolor infinito que deben sentir... pero admiro y añoro esa capacidad de ver en medio de la oscuridad esa luz infinita de vida. Realmente, las palabras del Dr. Iván Peña reflejan un gran amor y sabiduría. Gamal debe tener impregnados en su alma su amor, sus caricias y su compañía.
Un abrazo, familia.

Adriana dijo...

Hola Johana, creo que nunca había estado en tu blog pero me acuerdo de tí del grupo virtual de mamás. También, como Francoise, me sentí un poco metida leyendo esta historia tan personal. Pero definitivamente, muchas gracias por haberla escrito, esto no sirve solo para desahogarte sino para que todos los que la leamos valoremos más la vida, los minutos que tenemos con nuestros hijos (que no sabemos cuantos minutos son).
Tu hija, tu marido y tú tienen un ángel que los cuida desde el cielo, y ese es un regalo para toda la vida.

Un abrazo muy grande.

Anónimo dijo...

Querida Johana, Dios está contigo y con tu familia.
Aunque no contactemos hace tiempo, te quiero muchísimo y tus escritos son de bendición siempre.
Gracias por ser como eres, gracias por darte.
Gamal tu angelito es tan amado.
Un abrazo fuerte,

Los Bedoya-B dijo...

Johanna, desde que me dí cuenta de la noticia de tu bebé, no hice sino encomendarte a Dios para que pudieran salir de ese duro momento. Luego estuve pendiente de tu blog por mucho tiempo para saber qué pasaba. Ayer te leí y mi corazón se llenó de una gran tristeza.
Me pareció bonito que toda tu comunidad religiosa te acompañara y no te abandonara, pero me pareció aún más bonito tu relación con Dios y dejar en sus manos la decisión que tomara con tu bebé. Definitivamente y aunque sea duro entenderlo, sólo Dios te ayudará a salir de este duro trance y a enfocarte en tu hermosa familia que sigue ahí a tu lado. Gamal estará también con ustedes siempre.

Mami dijo...

Te he leido hace mucho tiempo y nunca había comentado, pero ahora sé que no hay palabras que puedan explicar el dolor, la angustia y desesperación que debes haber sentido, no hay palabras..

Solo quiero que sepas que te acompaño, te envio un abrazo.. y desde ya estás en mis oraciones, asi como tu familia. Sé que Dios te seguirá bendiciendo y llenando tu vida de cosas buenas.

Lissette

Marina dijo...

Joha... muchas gracias... muchas gracias por abrirnos tu corazón y dejarnos acompañarte así en este momento...
Mucho no puedo decir porque mis lagrimas no me dejan, y porque ninguna de nosotras puede entender un dolor tan grande, creo que es inentendible, no entra en la razón de nadie...
Te vuelvo a decir... me encantaría poder convertirme en pajarito e irme volando a tu lado y abrazarte muy muy fuerte... y que sientas que si tenés que caer alguien te sostiene... que si necesitás llorar, golpear, gritar, sentir que estoy ahi... pero sé que es imposible... e intento estar lo más cerca posible que lo permita esta red social...
Te admiro mucho, te quiero mucho, y te mando miles de besos, para Ivana tambien...
Acá estoy detrás de la pantalla siempre que me necesites...

Meli dijo...

Johana, eres un ejemplo para todas nosotras, yo que te conozco hace tanto pero tantos años te admiro ahora aun mas... nuestro Señor no te defraudara y te proveera conforme a sus riquezas en gloria.

No puedo decir que te entiendo porque estaria mintiendote.. me dio tango gusto poder abrazarte en mi visita a Santo Domingo, se que no te pude decir nada, pero creo que en mi abrazo pudiste sentir mi dolor al igual que el de todas las persona que como yo estabamos fuera del pais en el momento dle nacimiento de Gamal.
Te quiero muchisisisisismo,
Meli

Anónimo dijo...

Johanna solo puedo decirte que Dios en su infinita misericordía irá llenando el vacío que dejó tu hijo en tú corazón, Confía en él y él hará, muchas veces no entendemos lo que el Señor permite que pase en nuestras vidas, solo te digo aferrate a él, él NUNCA TE HA DEJADO SOLA, te ama y ha llevado él dolor que tienes al igual que tú en su corazón, "Esfuerzate y sé valiente", Dios te bendiga.

Nik neuk dijo...

Johana, yo solo llegué aquí a través de mamis blogeras en común y no pude más que leer tu historia y llorar y llorar por lo que le pasó a tu pequeño.
La verdad que no me puedo ni hacer a la idea de como te piendes llegar a sentir y aún escribiendo esto lloro.
Al menos veo que tienes mucha fe y fortaleza, y sabes que desde donde quiero que esté ese niño llegará ese vacío. El pensar que no sufrirá y que ahora es feliz.
Saludos y perdón por la intromisión.

Mabel M Veras Azuris dijo...

Hola Johana, pensar que una situacion tan dolorosa une corazones en iguales condiciones!
Solo el tiempo y tu gran fe, te ayudaran a mejorar esa herida, nunca sana, pero se mejora. Sabes que mi situacion es muy parecida a la tuya. Mi Angel me cuida, lieralmente, su lugar lo tendra siempre. Debemos continuar la vida y buscar motivos para seguir hasta que llegue el bello momento de estar con nuestros tesoros.
Estas experiencias, de dolor incomparables, nos cambian la vida.
Ya han pasado 9 meses desde que mi Angel comenzo su mision.
Yo no la pude cargar, ni amantar pero siempre sera el amor de mi vida.
Debemos Agradecer, cada dia a Dios que tanta gente nos ama, y gracias por compartir tu experiencia.
Ya veras cuanta gente linda mas conoceras y experiencias lindas viviras a travez de tu Angel!
sigue recuperandote!


Un abrazoooooote.

dijo...

Querida Johana, acabo de leer tu relato, y en primer lugar quiero darte mi más profundo pésame por el fallecimiento de tu pequeño.

Ha sido un relato extenso, muy bien contado, narrando paso a paso todo lo ocurrido. Sin duda eres una mujer valiente, que vive su duelo de un modo intenso, sincero y abierto.

Has tenido la suerte de poder despedirte de tu pequeño, de poder tenerle esos cuatro días.

Sin duda es tu ángel, un ángel que te acompañará siempre.

Recupérate, vuélcate en tu pequeña, y mira al cielo cuando te acuerdes de él. Eres creyente y sé que eso te reconfortará enormemente.

Tu proceso de duelo sigue su curso, pero eres una madre maravillosa que ha aceptado la marcha de un hijo.

Si me necesitas, si necesitas consuelo, compañía o hablar de ello, tienes mi hombro, ya sabes dónde encontrarme. Sabes que te comprendo, pero después de leerte, además te admiro.

Un abrazo grande Johana.

paloma dijo...

Johana he llegado a tu blog, en realidad a este post por Nuria Badilla. Por desgracia yo si que se por lo que estás pasando porque mi quinto hijo nació unos días antes que el tuyo y a los pocos minutos se fue a la casa del Padre. A mi me está ayudando mucho escribir sobre mi niño, de hecho el post en el que cuento toda la historia lo publiqué a los pocos días de su muerte...Necesitaba que el mundo entero supiese de Kai. Luego empecé un blog que es una especie de diario y me ayuda porque he conocido, estoy conociendo a muchas mamás que hemos pasado por la muerte de un hijo. Como tú me siento bastante bien, cuatro meses después, con noches de insomnio llorando, llantos en los supermercados, en todos los sitios. Comprendo lo de tener los pechos llenos de leche, el puerperio sin bebé...
Nuestro hijo también se convirtió en ángel un día soleado y maravilloso. Yo quería que se parara el mundo, pero no se paró...la vida continuó, continua y gracias a la fe, a la seguridad de que está donde todos llegaremos algún día me reconforta. ¿Conoces el poema de San Agustín? "No llores si me amas" A mi me consuela, lo leo cada día, a veces ya sin llorar....
Te invito a que pases por mi casa, aquí está toda la historia de Kai:
http://paideiaenfamilia.blogspot.com/2010/11/cuando-un-hijo-se-va.html
Te dejo también mi correo electrónico por si te apetece que nos escribamos:
nazcaurpi@hotmail.com
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

He leido cada palabra, cada sentimineto que ha salido de tu corazon... he llorado, porque simplemente has dejado ver tu corazon de madre. Te dire algo y te quedara de por vida:.. Dios es sabio y justo!... Hay cosas que nunca vamos a entender, eres y seras siempre de sus hijas predilectas, por como le confiaste tu hijo en medio de una cruel tempestad, y por eso seras bendecida... Dios en su sabia misericordia y sabiduria te premiara con otro hijo y ese otro hijo sera varon!... Las cosas que pasan no pasan por casualidad.. entiendo que mas bien son "Diosidencias". Quizas el Senor te ha tocado el corazon y ha probado tu fe, te ha dado la paciencia de Ana y por eso te entregara a "Samuel"... creelo con el corazon, Dios es bueno todo tiempo.
Un gran abrazo ... recuerda: Lo mejor esta por llegar.

Anónimo dijo...

Johana, veo tu blog y me dan ganas de entrar, a penas te conozco por el tema de la cartera y me leo esta historia. Tengo mas de 10 minutos llorando, me lei el dia 2 tres veces tratando de entender todo.
Tengo el alma rota de leer algo asi, y mas que como madre entiendo perfectamente lo que significa esta gran espera. Sin duda Gamal fue recibido tal como lo describiste y justo en ese momento que el parte Dios bendice tu alma para que eternamente este llena de Fe. Hay cosas que nunca entenderemos porque pasan, creo que es parte de la misma Fe. Que Dios bendiga tu familia, a ti como mujer por manejar toda esta situacion con tanta entereza. Y que a traves del tiempo este dolor que representa esto en tu vida se convierta en fortaleza para el dia de mañana transmitirsela a tus hijos y como ejemplo a otras madres que pasan por situaciones similares. Un abrazo fuerte, muy sincero y con el corazon.

Penelope

Technology Buzz By Jose Banks dijo...

No se como llegue hasta aqui, pero solo quiero decirte con lagrimas en mis ojos, que lamento mucho la perdida de Gamal. Que Dios te guarde siempre, Nana. Y te llene de bendiciones junto a toda tu familia y comunidad.

Te quiero mucho,
-Jose Banks

Janny dijo...

Tampoco se como llegue hasta aqui, gracias por publicar tu historia realmente me sirve para reflexionar sobre el sentido de la vida y asombrarme de tu fe..siento que tu dolor solo Dios lo puede curar.. y sólo el puede darte la paz que tanto necesitas.. que Dios en su infinito amor siempre te acompañe.eres un gran ser humano..

Anónimo dijo...

Hola Johana,

Lo primero es q no nos conocemos y tampoco recuerdo como llegue hasta este Blogg, pero lo importante es q llegue.
Me llamo mucho la atención empezar a leer tu historia de tu ultimo bebe y me interese por profundizar mas y fue cuando leí esta historia tan triste de Gamal, la verdad es que me conmovió el alma y pues tus lagrimas y tu dolor expresados aquí, fueron la causa d sentir lagrimas recorriendo por mis mejillas y llorar como si hubiese perdido a un ser querido, al leer tu historia no me quiero ni imaginar estar en tus zapatos pues como madre nunca quisiera perder una de mis hijas, solo puedo decirte que nadie entenderá tu dolor como lo puede entender nuestro Creador que vio ese sufrimiento tan grande al que fue sometido su hijo Jesús y teniendo El el poder para hacer pasar por alto ese trago tan amargo, aun así, por amor a nosotros, lo permitió, y es por eso que nos dejo su palabra (la biblia), para que nos consolemos y entendamos que lo que El dice en su palabra es cierto y que dice 365 veces "NO TEMAS" y también dice que nos refugiemos en El y traigamos todas nuestras cargas a El y El nos hará descansar.

Recuerda que tu hija Ivana aun necesita mucho de ti y no debes desmayar, porque habrá para ti recompensa en el día del juicio y allí podrás reencontrarte con Gamal y esta vez sera para siempre, es por eso que debes cumplir con los mandamientos de Dios y veras tu recompensa.

Me uno a tus lagrimas y tu dolor aunque no podría sentir lo mismo que sentiste pero aquí estoy para decirte que eres muy valiente y luchadora, el Señor te recompensara con un hijo ya veras que así sera, yo lo declaro en el nombre de Jesús que concebirás a tu bebe cuando menos lo esperes y este compensara lo que perdiste.

Se despide con cariño,

Katherine Rivas.