La imaginación de una niña como yo

Nunca fui muy "normal" (aun no lo soy) pero aunque todos tenemos un repertorio extenso de travesuras por contar de cuando éramos niños, yo tengo las mías muy peculiares.
Siendo niños, la imaginación estaba en su máximo esplendor, quizás por que no teníamos tantas preocupaciones de adultos que la limitaran. Pero insisto, yo inventaba demasiado!.
Solo por mencionar algo, en el patio de mi casa había una mata de aguacate que producto del ciclón David quedo medio torcida. La mata quedaba recostada, haciendo empalme con la pared del patio. No se cuando me lo empecé a creer, pero yo juraba que esa era mi casita.
Analizando un poco, antes de seguir, nos podríamos preguntar…. no era suficiente jugar a la casita como todas las demás niñas? (entiéndase en tierra firme). O esta era la versión Karabelita de una “casa del árbol” de una niña que no era rica?
El caso es que todos los días en la tarde, allá iba yo….otra vez…...(y claro, al rato iba también mami que termino por entender que en lugar de pedirme que no me subiera lo mejor que podía hacer era pedirle a Dios para que no me cayera).
La mata tenia dos bifurcaciones de ramas media ladeadas, por lo que según lo veía mi imaginación, era mas rica que el promedio de las demás niñas que jugaban a tener una casita….yo en cambio tenia una de dos niveles!!..un segundo piso!!!….(bueno, en la versión moderna de la imaginación vendría siendo como que yo vivía en una de las torres de la Anacaona….jaja).
- No es de sorprender a nadie que yo tenga también más guayones y “cosías” que el resto del promedio de las niñas -
Quemada la etapa de la casita, a mi imaginación le cogió con otra cosa: ahora yo era cantante….. y MUY famosa.
Todos los días en la tarde daba un concierto, y como entenderán, cantante muy famosa al fin; estos conciertos estaban llenos a toda capacidad. Como mami siempre tuvo un patio muy lleno de plantas; las bromelias, trinitarias, rabo e gato, jazmín, entre muchas otras….eran mi gran público (no les sé decir cual de esas era del área de tickets regular, VIP o platinium).
Entonces, la máxima de mi imaginación era lo siguiente: mientras cantaba las canciones de cada concierto, a mi me daba por ir saludando a mi publico (ya saben, los artistas tenemos que ser amables con nuestros fans). Así que yo iba “dándole la mano” cada una de las matas. Pero como yo era toda una sensación, siempre había dizque una que otra de las matas del publico que mas que saludarme quería halarme y apretujarme (ustedes saben, producto de la emoción y de la excitación del publico) entonces yo hacia como si me halaran hacia delante mientras seguía cantando (por que el show debe continuar) pero en eso entraban en escena la gente de mi seguridad y me halaban para protegerme. (A todo esto por favor imagínense la escena).
Mis conciertos de cada tarde eran una gran diversión, sobre todo una diversión muy sana.
De ese tiempo, queda la mata de aguacate en el patio, queda la locura (que al parecer no tiene cura) y me queda la imaginación (quizás un poco mas domesticada) y si!!!! Gustándome tanto ir a los karaoke, podríamos decir que también conservo la idea de creerme artista. Bueno, lo único es que, como entenderán……ya no aparecen fanáticos tan desenfrenados.