sábado, 12 de mayo de 2007

Cayéndole atrás a la guagua


Recuerdo que en una ocasión mi grupo de comunidad y yo teníamos un viaje para un Resort. Sucedió que hubo un descuadre con la información de que yo iba ya en camino y se fueron antes de que yo lograra llegar al punto de encuentro.
Me quille muchísimo (cosa que de vez en cuando me resulta muy natural hacer). Lance mi par de improperios y se me puso automáticamente el “pico” en modalidad “trompita de quillada”. Inmediatamente dije “No voy pa’ ningún la’o carajo” “Me voy pa’ mi casa ahora mismo”.
Entonces, en ese momento- como si fuera una película- pude ver los “previews” de lo que vendría: ellos llegarían el domingo felices, cansados, enriquecidos con la experiencia y no dejarían de hablar de lo bien que la pasaron. Habría un par de anécdotas (de esas que se hacen famosas en cada viaje) que tendría luego que escuchar una y otra vez sin entender mucho el asunto y también habría un par de ocasiones en que todos reirían recordando algún chiste que surgió en el viaje y yo estaría muy fuera de contexto.

Entonces, reflexione rápidamente y lo decidí……….ME PUSE A CAERLE ATRÁS A ESA GUAGUA.

Podría seguir contando todo lo que pase para que quien me estaba dando una bola lograra (con aquel carrito tan viejo) sacarle chispas al motor para caerle atrás a esa guagua con destino al este y coincidir en algún punto del camino y yo pasarme para la guagua. Sin embargo, no es en esos detalles de la historia donde quisiera quedarme.

El punto era el siguiente y estaba muy claro…..el viaje no se iba a detener por que yo decidiera quedarme.

Por que la vida sigue…y lo sabemos!! No se detiene a esperarnos. Es mas, ni siquiera se lamenta de dejarnos en algún momento sentados a mitad del camino. Ni cambia su ruta para complacernos.

Por eso, al igual que lo elegido en aquella ocasión, reafirmo la resolución y lo que queda decidido:

Al final de la historia de mi vida, NO QUIERO:
Que nadie venga a contarme de lo bien que le fue en el viaje, de lo excitante que fue su aventura, de las risas que surgieron en el camino, de las anécdotas que ahora tiene para contar, de lo enriquecedora que le fue la travesía, de los estrellones en el viaje que luego se convirtieron en carcajadas….

En cambio, QUIERO experimentarlo YO…..sin que nadie me lo cuente. QUIERO ser parte activa de cómo en cada detalle se fue desarrollando la historia y no ser solo espectadora de lo sucedido.

Eso quiero.

Eso haré.

Eso es realmente viajar por la vida.

3 comentarios:

Laura E. dijo...

Pues yo tampoco quiero que me cuenten... y aunque durante un tiempo fue así (todos tenemos nuestros momentos de quedarnos varados) ahora prefiero sobre todas las cosas caerle atrás a aquella guagua, la misma a la que le caíste tu.

"El punto era el siguiente y estaba muy claro…..el viaje no se iba a detener por que yo decidiera quedarme." Como la vida misma... los soplos del tiempo pasan tan rápido que cuando queremos estar a su paso ya la guagua va más allá del peaje.

Que bueno que preferiste aquella vez disfrutar de un buen fin de semana, con bulla, con tragos, con risas, con amigos, con alegría, con música. Que toda la vida sea así de dinámica, así de impredecible, así de activa, así de tuya... porque es tu decisión.

Bendiciones joha!!

Chef Pablito dijo...

Yo prefiero ir en la GUAGUA. Pero si me tocara caerle atras, lo haria con valentia y atrevimiento. Pues al fin y al cabo, Yo deberia siempre recorrer mi camino. Porque en el trayecto es donde estan todos lo bonos para mi crecimiento. Todo destino tiene un camino, cuyo disfrute le da real sentido al destino mismo, y al caminante....

Tremendo post, amiga!!

Alguien dijo...

Gracias a Dios la Naturaleza es perfecta, y aunque estemos dormidos ella nunca se detiene y nos colma con todo lo necesario para que despertemos y veamos la verdad, aun cuando los sacrificios no nos gusten, se trata de crecer, por encima de todo. Magnifico que corres tras la vida, ya la alcanzaras.